Entender el por qué de lo que comes es vital para que tú misma puedas organizar tus propias dietas. Según Ali, en este caso ha elaborado es
ta tabla basándose en las siguientes características:
Destacan las verduras y frutas de bajo índice glucémico y, a poder ser, de temporada.
Lleva muchas carnes blancas (pollo, conejo, pavo, cordero, cabrito…) sin conservantes ni potenciadores de color o de sabor. Es decir, lo ideal serían productos procedentes de animales de pasto, evitando reducir el consumo de pescados grandes como el salmón de piscifactoría, pez espada, atún… por su alto contenido en mercurio.
Incluye también grasas insaturadas, que son las grasas “buenas” necesarias para nuestro organismo, como las de los frutos secos y semillas.
Reduce lácteos, sobre todo a aquellas personas que tengan problemas digestivos, intolerancias, etc. y te propone que, si eres muy fan, elijas lácteos de cabra u oveja; fermentados de vaca como el kéfir; yogur sin azúcar y derivados lácteos como quesos curados, mantequilla y requesón.
También reduce cereales con gluten y elimina aceites vegetales, azúcar (ojo con él, ya que lo podemos encontrar camuflado con múltiples nombres tales como jarabe de maíz, melaza, jarabe de arce, etc.)
Evita en general productos ultraprocesados
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